Claves para escribir en Internet

Escribir para un sitio de la Web parece más sencillo que hacerlo para un diario, una revista o la televisión. Nada más alejado de la realidad. Crear textos para la Web no es más fácil ni más difícil: es distinto. El periodismo on line ya tiene sus propias características. Quienes deseen escribir para la Web deben saber que los navegantes, antes que leer, lo que hacen es dar un vistazo en busca de informaciones útiles y creíbles. Y la experiencia indica que los usuarios de Internet difícilmente soporten la lectura de textos on line de más de mil palabras. No es que frente a la computadora el lector se torne más perezoso que ante un papel impreso, sino que el acto físico de leer en pantalla y hacer avanzar el texto con el mouse o el teclado implican una incomodidad y un esfuerzo mayor que el de sostener un periódico en un sillón o en la cama.

Gran parte del trabajo de escritura para la Web consiste en hacer que el lector encuentre lo que necesita con facilidad. Para lograrlo, hay una serie de técnicas. Por ejemplo, los artículos que se publiquen en la Web deben ser cortos y precisos. Además, es aconsejable dividirlos en bloques de texto de no más de quinientas palabras y ubicarlos en páginas diferentes del mismo sitio, pero enlazados. Eso sí, cada uno de estos bloques de texto debe valer por sí mismo. Tiene que incluir informaciones concretas e invitar a continuar la lectura del artículo completo con claras indicaciones de cómo hacerlo. Conviene usar frases cortas y palabras de uso corriente. Y cada oración debe contener solamente una idea, preferiblemente al final de cada frase, que es lo que el lector mejor recordará. Y los párrafos no deben incluir más de cinco o seis oraciones.

En cuanto el sitio, aunque cada sitio tiene sus propias normas, la mayor parte de la escritura on line es informal, irreverente, jugada e ingeniosa. Por eso es bueno incorporar el tono de los mensajes de los e-mail cuando nos comunicamos con un amigo. Por otra parte, la mejor forma de comenzar un texto es mediante un par de oraciones que resuman el contenido del artículo. Los inicios con suspenso o con el relato de una historia, muy interesantes en los medios gráficos, no funcionan bien con el lector de la Web.

Otra de las características salientes de un texto de la Web es la inclusión de links. Sin embargo, el exceso de tipografías, colores o subrayados con que aparecen en pantalla puede tornar pesada la lectura. Al describir una secuencia o una jerarquía es recomendable recurrir a listados numerados o con viñetas. Estas listas son mucho más fáciles de leer que un montón de palabras y oraciones. También es bueno incluir subtí­tulos y palabras clave.

El humor también es una buena arma. Pero esa herramienta tiene doble filo. Cuando se escribe para la Web, nuestras palabras llegarán a todo el mundo, literalmente. Por eso hay que evitar modismos o chistes que resulten incomprensibles o chocantes a personas que viven en otro ámbito geográfico.

Del otro lado del PC siempre habrá un lector, una persona para la cual se escribe. Alguien que concluirá la lectura de nuestras líneas con interés o que no querrá saber más nada de nosotros. Después de todo, ofertas le sobran. Porque Internet será virtual, pero los lectores y redactores que se comunican por este medio son tan reales como siempre.

David Landesman, editor y redactor argentino de sitios Web.
Extraído de Separatas del Verano, semanario Brecha, Viernes 23 de febrero de 2001.

Cyberocupa

En este universo de lenguajes heterogéneos, de macros y de micros, soy un paria de la nueva era. Un cyberocupa interconectado con almas electrónicas que viajan por este caos virtual infinito. Una lágrima de metal que fluye entre las fibras ópticas hacia los más oscuros rincones de la imaginación.

La fuerza gravitacional no existe. La velocidad de la dinámica me transporta sin dejar rastros. La pureza de lo aséptico. El efecto doppler no existe en este espacio inconquistable de la tecno-vida.

Mis ojos se derriten para siempre en este sueño eterno, para sufrir la próxima vida que me espera. Demasiado pronto he recorrido el alter-mundo. Un segundo, una fracción que no puedo explicar me convierte en este ser digitalizado, que para siempre ha de cargar la cruz del nuevo milenio. La pesadilla de Asimov, de Ballard, de Bradbury, de Huxley, de mí otro yo, que no es más que aquel que nunca pude ser, antes de encender mi ordenador.

Internet: una oportunidad para las ONG

Las posibilidades de comunicación que la tecnología nos brinda son cada vez más amplias. Un buen ejemplo es el de las campañas que se convocan, organizan o coordinan a través de Internet.Estas campañas de organizaciones no gubernamentales (ONG) incorporan acciones como el envío masivo de mensajes con fines como, entre otros, promocionar la campaña por el control y la transparencia en el comercio de armas en España, denominada «secretos que matan». Ésta se realizó utilizando el fax y el correo electrónico.

Otras organizaciones se dedican exclusivamente a fomentar campañas a favor de los derechos humanos, coordinando acciones en favor de etnias marginadas por diversos estados.

Algunas de estas campañas apenas han tenido una reunión física, desarrollándose la transferencia de información, coordinación y toma de decisiones exclusivamente por medios electrónicos.

Como se puede ver, algunas veces los medios de comunicación pueden ser útiles para fomentar el respeto por la paz, la solidaridad y los derechos humanos.

¿Apocalípticos o Integrados?

En materia de comunicación, existían hasta ahora tres sistemas de signos: el texto escrito, que fundó la imprenta, la edición, el libro, el periódico, la maquina de escribir, el de la palabra; que originó el lenguaje, la radio, el teléfono, el disco; y la imagen, que produjo la pintura, el grabado, el dibujo animado, el cine, la televisión.

La articulación del teléfono, el televisor y la computadora creó una nueva tecnología de comunicación interactiva. Esta hace converger los diferentes sistemas de signos en un sistema único: Texto, sonido e imagen, que constituyen los multimedios (o multimedia): CD-ROM, juegos de video, DVD, Internet.

Baudrillard define este nuevo escenario como «el éxtasis de la comunicación». El fin del espacio público y privado, ya que todo se hace inmediatamente transparente y visible, cuando todo queda sometido a una «cruda luz» de la información y la comunicación. En palabras de Baudillard «ya no estamos en el drama de la alienación, sino en el éxtasis de la comunicación. Y este éxtasis es obsceno. Ya que acaba con toda mirada, con toda imagen, con toda representación». Se podría agregar a estas palabras, el fin de toda ilusión.

¿Tiempos apocalípticos o integrados?, diría Umberto Eco.
Usted decidirá: tiene la palabra, el texto y la imagen.

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* Baudillard (1988). El otro por sí mismo. Barcelona: Anagrama.
* Eco, Umberto (1968). Apocalípticos e Integrados. Barcelona: Lumen.